Reflexiones desde el campo
English | Translation Provided by the CFA
Los salarios más altos no son la respuesta a la reducción de nuestra fuerza laboral
A medida que la industria de la #construcción continúa quejándose por la falta de trabajadores, continuamos viendo declaraciones de que el aumento de sueldos es la respuesta para atraer una mayor fuerza laboral. Pero ¿es realmente lo que se necesita? ¿Los salarios bajos son realmente el obstáculo que estamos enfrentando para atraer a los trabajadores? No lo creo. De hecho, creo que aumentar el pago por hora para atraer más trabajadores no es nada más que poner un apósito en una herida que necesita limpiarse y suturarse.
El salario en la industria de la construcción generalmente siempre ha sido bueno (https://www.bls.gov/oes/current/oes472061.htm). En mi opinión, nuestro reto para atraer una fuerza laboral más grande es un problema mucho más complicado. Nuestro problema reside más en las cuestiones de respeto e imagen. Estas cuestiones son impulsadas por la estructura fragmentada de la industria de la construcción. Esta es una estructura que no desaparecerá, de modo que es importante reconocer y aceptar primero esa estructura.
La fragmentación en la industria de la construcción
No es difícil investigar acerca de la fragmentación en la industria de la construcción y encontrar artículos que hablan sobre este problema. Para entender el análisis y la inquietud, uno solo necesita entender cómo funciona realmente la construcción. Tradicionalmente, comenzamos con un propietario de proyecto que contrata a un equipo de diseño para diseñar y un contratista general para construir. Pero el diseño requiere información de muchos especialistas y la construcción requiere el uso de muchos trabajadores expertos.
En el lado de la construcción, los contratistas generales siempre son pregonados como las compañías que construyen los proyectos, pero casi nunca tienen la verdadera capacidad para “construir” sin emplear a contratistas especializados (también conocidos como subcontratistas). Estas son las compañías que realmente emplean a los trabajadores expertos. Sí, hay muchos contratistas generales que directamente emplean uno o más contratistas especializados. Sin embargo, en raras ocasiones implementan estas especialidades en todos sus proyectos e incluso cuando lo hacen, es solo una o dos especialidades. Esto deja que la mayoría de la construcción real en un proyecto sea llevada a cabo por decenas de diferentes contratistas especializados. Algunos son grandes, algunos son pequeños y algunos están en medio de estos. Este es el origen de la llamada fragmentación en la industria de la construcción.
Algunos sugieren que necesitamos resolver este problema al reducir la fragmentación y aceptar una integración vertical, como una fábrica. Creo que esto es un error. No es algo práctico y antes de que esto se convierta en un análisis aún más largo, vamos a decir que, como industria, llegamos a donde estamos por un motivo. La estructura de los contratistas generales y los contratistas especializados es necesaria, funciona por muchos motivos diferentes y está aquí para quedarse. Basta ver lo que le sucedió al ahora desaparecido Katerra (https://www.failory.com/cemetery/katerra) si quiere ver lo que sucede cuando intenta implementar una integración vertical al tiempo que ignora las realidades de la industria de la construcción.
La fragmentación conduce a la falta de respeto
Aunque no creo que necesitemos abordar la llamada fragmentación de la industria de la construcción, sí creo que esta estructura de la industria contribuye a la falta de respeto por las mismas personas de las que dependemos para construir nuestras estructuras, las personas que necesitamos en cada proyecto que siempre pone la primera piedra: las personas especializadas y expertas. ¿Por qué?
Muy simple, porque gestionar a un montón de personas que salen al campo para construir cosas complejas es algo realmente difícil. Estas compañías tienen que gestionar y equilibrar constantemente las ganancias con la productividad, calidad y seguridad. Tienen que averiguar qué capacitación necesitan sus empleados y cómo ofrecer esa capacitación. Deben averiguar cómo obtener la información y las instrucciones correctas, cada día en cada proyecto. Deben averiguar cómo mantenerlos en movimiento, al tiempo que se aseguran de que no trabajen demasiado y queden agotados. Deben evaluar constantemente las necesidades de sus empleados e intentar cubrir esas necesidades al tiempo que mantienen las ganancias. Y deben hacer todo esto con una fuerza laboral que está constantemente en movimiento y cambiando. Una fuerza laboral que en raras ocasiones “va a la oficina”. Una fuerza laboral que se reporta en una obra que está bajo el control de otra persona (el contratista general) y una obra que está llena de muchos contratistas especializados diferentes.
Aquí es donde comienzan nuestros problemas de imagen y respeto.
Primero, tenemos una obra que está (o se supone que está) bajo el control directo de ese contratista general. Cada contratista especializado no puede establecer los elementos necesarios del sitio de trabajo como las áreas de descanso, los baños, las instalaciones sanitarias o las áreas de comedor. Cada contratista especializado no puede mitigar los riesgos creados por cada uno de los otros especialistas a medida que su trabajo avanza. Cada contratista especializado no puede pasar la cantidad de tiempo necesario para limpiar el desorden que dejan los otros especialistas; y no puede dejar que cada contratista especializado pelee por un espacio de trabajo en un área dada donde muchos especialistas están apilados unos contra otros. Muy a menudo, incluso la logística de mover y preparar los materiales está, al menos parcialmente, fuera de las manos del contratista especializado.
No solo los contratistas especializados se enfrentan con estos problemas, sino que también se enfrentan con problemas como los siguientes:
- Requisitos de capacitación constante
- Problemas de productividad provocados por cosas que están tanto dentro como fuera de su control
- Hacer malabares con los programas de varios sitios de obras que son controlados por diferentes contratistas generales
- Problemas generales que surgen al gestionar grupos de personas diversos que necesitan trabajar en equipo
Y no olvidemos cosas como el seguro de responsabilidad civil, la indemnización laboral, los salarios y las primas del seguro médico fuera de control.
Lamentablemente, la persona que a menudo sufre en todo esto es el trabajador individual que está allá afuera en el sitio de la obra. Es difícil cuidar de estos trabajadores y es fácil olvidarnos de ellos allá fuera en el sitio, lejos de la oficina central. El problema es que ellos son los que necesitan construir nuestro proyectos: nuestras carreteras, puentes, edificios, escuelas. Necesitamos a estas personas y esa necesidad no va a desaparecer a lo largo de nuestra vida (o al menos durante mi vida). Sí, automatizaremos, incorporaremos robots incluso cambiaremos fuera del sitio una parte de la productividad. Pero aún dependeremos de esta gente, estas personas especializadas y expertas.
Esta es la raíz de los problemas de nuestra industria. Calidad, productividad, programa, costo, seguridad…
Si nuestros empleados no tienen seguro médico, no están seguros cuánto se les pagará esta semana, no tienen un lugar para tomar sus descansos, deben usar algunas de las instalaciones “sanitarias” más sucias que se pueden encontrar, están peleando constantemente por tener un espacio seguro y productivo con otros especialistas, no tienen la capacitación y los equipos correctos para hacer bien el trabajo y ni siquiera tienen un lugar decente para comer, ¿qué tan motivados cree que estarán? ¿Qué tan motivados cree que están los jóvenes de trabajar en nuestra industria? ¿Cree que ignorarán estas cosas si les suma un par de dólares más por hora? ¿Cuánto tiempo cree que esto durará?
Resolver el problema
Entonces, ¿qué hacemos? De nuevo, algunos sugerirían la integración vertical, donde las compañías grandes contratan directamente a todos los contratistas especializados y abandonar la fragmentación. Pero de nuevo, vean la suerte que tuvo Katerra (https://www.failory.com/cemetery/katerra) si desean ver un ejemplo de cómo esto ha funcionado en el pasado. No es la respuesta. Algunos sugieren que el problema son los pequeños contratistas especializados y que las compañías grandes pueden manejar mejor todos los problemas. Existen muchos motivos, pero esta no es la respuesta tampoco, porque hay muchos motivos por los que necesitamos a los pequeños contratistas especializados.
Entonces, ¿qué hacemos? La respuesta es simple, pero la ejecución es difícil.
Simplemente necesitamos comenzar a desarrollar más respeto por los trabajadores en los diferentes roles y necesitamos comenzar a asumir las responsabilidades de nuestra compañía. Aquí es donde creo que necesitamos comenzar:
Contratistas generales
Los CG son la entidad controladora y deben asumir esa responsabilidad. Cada persona que pone un pie en su sitio de trabajo necesita un espacio de trabajo limpio, seguro y ordenado. Necesitan áreas sanitarias para tomar descansos, comer y usar el baño. El rol de proporcionar estos espacios pertenece al CG. No tiene sentido dejarlo en manos de cada contratista especializado porque eso sería una enorme duplicación de esfuerzos y no abordar estos problemas muestra una falta de respeto total hacia las personas que se necesitan para construir los proyectos.
Aceptar las teorías de productividad de Lean Construction (construcción eficiente) puede ayudarle a lograr el objetivo de respetar a las personas al tiempo que mejora lo demás en su proyecto, desde el rendimiento hasta la seguridad.
Contratistas especializados
Ustedes gestionan a las personas. Deben asumir esa responsabilidad. Si no desean gestionar a las personas, probablemente están en el negocio equivocado. No pueden resolver todos sus problemas de gestión al aventarlos a sus trabajadores individuales. Constantemente veo que las compañías hacen esto al decidir que el “trabajo-pieza” es la respuesta a todos sus problemas. La idea de que, si paga a todos en el campo por “pieza” en vez de por hora, ninguno de esos problemas tendrá importancia. Ya no son sus problemas.
Aunque esa última afirmación puede ser cierta a corto plazo, no se equivoque: esta es la maldición de nuestra industria. Es un factor contribuyente considerable a nuestra fuerza laboral decreciente. No puede resolver sus problemas de gestión dejándoselos a su fuerza laboral. Eso no hace que los problemas desaparezcan. Simplemente los asigna a un grupo que está aún menos preparado para gestionarlos. A corto plazo, sí se ve como una idea grandiosa. Como propietario o gerente, hago que mis problemas de productividad desaparezcan al instante. Sé exactamente cuánto estoy cobrando y sé exactamente cuánto voy a pagar. ¿A quién le importa si los trabajadores tienen problemas en el campo? ¿A quién le importa si no pudieron hacer nada porque los materiales no llegaron? ¿A quién le importa si otros contratistas especializados les estorbaban o si el trabajo no estaba listo?
Créanme, a esos trabajadores sí les importa. Quizá no inmediatamente. Pero a largo plazo, sí les importará. Y luego abandonarán la industria y nuestra fuerza laboral continuará reduciéndose. Contarán sus historias a otros, a sus amigos y sus hijos y continuaremos teniendo problemas para atraer a personas a la industria.
La respuesta a nuestra fuerza laboral decreciente no son salarios más altos. Es tener más respeto.